Un tribunal de Singapur ha condenado a un hombre de 36 años a 14 de años de cárcel y 18 latigazos por tener la obsesión de olisquear y tocar las axilas de las mujeres. El acusado, quien aparentemente sufre trastornos mentales, ha sido declarado culpable de 23 casos de acoso a mujeres a las que se acercó para oler sus axilas y tocarlas cuando se hallaban en ascensores o en los vestíbulos de edificios de viviendas.
El tribunal ha justificado la dureza de la condena al considerarlo un peligro para la sociedad dado que volvería a cometer los mismos delitos por los que ha sido condenado. La legislación del país asiático establece el castigo adicional de los latigazos para todos aquellos delitos cometidos por hombres y considerados graves.
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